OLLAS SOLIDARIAS

Mides enviará a Fiscalía información con nuevas irregularidades sobre abastecimiento de ollas populares

Luego de poco más de un mes de haber desplazado a la Coordinadora Popular y Solidaria como intermediara, la demanda de porciones de las iniciativas bajó un 24%,

Ollas populares
Ollas populares. Foto: Fernando Ponzetto

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Con el cierre de la investigación administrativa que ordenó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) ante las irregularidades detectadas en el accionar de la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS), el ministro Martín Lema y su equipo entendieron que las conclusiones eran determinantes y se terminaba un capítulo de polémica pública con esta red que suministraba el 35% de las ollas populares.

Sin embargo, luego del 9 de noviembre -cuando presentaron los resultados de la indagatoria y anunciaron que elevarían las conclusiones a la Fiscalía General de la Nación- continuaron y continúan llegando a la cartera todos los días denuncias contra la actuación de algunas de las ollas.

Al mismo tiempo, el Mides confirmó su tesis inicial de que la CPS “inflaba” los registros de las ollas que administraba, de tal manera que, como informó El País esta semana, luego de poco más de un mes de haber desplazado a la organización como intermediara la demanda de porciones de las iniciativas bajó un 24%, y cerca de un 10% de las ollas decidieron su cierre.

A este panorama se suma que las últimas horas la cartera terminó de reunir un nuevo conjunto de evidencias que serán elevadas a la Fiscalía para que se integren a la información ya presentada semanas atrás, según confirmó a El País la directora general de la cartera, Karina Goday.

El resumen de algunos de esos hallazgos se encuentra en un informe de la dirección departamental de la Secretaría de Estado enviado a Lema ayer miércoles.

Luego de una parte inicial en la que se insiste con el nuevo “comportamiento de la demanda” y se hace referencia a las cifras entregados por las ollas directamente al Mides -entre los que figuran que “la cantidad de porciones de merienda disminuyó un 39% y que “se redujo en 21 la cantidad de días de funcionamiento de las ollas”, entre otros datos- allí se describen casos puntuales a través de denuncias presentadas con posterioridad al cierre de la investigación administrativa.

En términos generales, y como una nueva conclusión de las últimas constataciones realizadas por la cartera, se reafirma que en los datos que en su momento transmitió la CPS al Mides “hay ollas inexistentes, (y) números inflados (...)”, además del contraste a la baja entre “lo que declararon las ollas en octubre -ya sin la coordinadora en el medio- y lo que declararon al ser consultadas un mes después”.

En uno de los casos se describe una olla ubicada en Canelones cuyos insumos “se distribuían entre ‘amigos’ de la referente” de la iniciativa, y que en ese caso puntual “durante la intermediación de la CPS, los alimentos llegaban en vehículos de la Intendencia de Canelones”. “Según vecinos del lugar -señala el informe, al que accedió El País-, en momentos en los que sí se cocinaba, la comida habría sido retirada por personas del lugar con el fin de alimentar a sus mascotas”.

En otro, en el barrio de Casavalle, se descubrió que había una olla que servía “un tercio de lo declarado”. En detalle, el 14 de noviembre los representantes de esta iniciativa transmitieron que servían 430 platos, pero “al ser visitada el lunes 28 y permanecer allí el equipo de este ministerio durante todo el horario de entrega, se constató (se adjunta copia de acta firmada por la referente) que la cantidad de porciones servidas realmente es menor a 150”. Y se acotó que ese día correspondía “al de ‘mayor demanda’” alimentaria.

En el punto C del documento se describe un caso con el nombre de “Excesivo acopio y menor demanda” que también se dio en Casavalle.

Según se desprende del texto, funcionarios del Mides visitaron una olla de ese barrio de Montevideo el 14 de este mes, en parte porque la iniciativa había comunicado que funcionaba tres veces por semana, pero que al tercer día solo se abría cuando alcanzaban los insumos. “Ese mismo día, al actualizar la información sobre cantidad de porciones servidas, se informa 250 platos de olla. Sin embargo, al ser visitados el día 29 de noviembre (fecha a fin de mes, el momento establecido como el pico máximo) se constata que se entregan menos de 100 porciones a 18 personas que concurren al lugar”, agrega el texto.

Tras constatar la diferencia entre lo que se declaró y lo que realmente se sirvió, los funcionarios del Mides solicitaron “ver el lugar donde se acopian los alimentos y allí se detectó una gran cantidad de estos, de los que a modo de ejemplo se detallan: tres fundas de arroz (20 kilos cada una), fundas de azúcar y de cocoa, al menos tres bolsas de 25 kilos de harina cada una, varios paquetes de cinco kilos de fideos cada uno, bolsas de verdura varias, al menos una docena de litros de aceite”.

Se trataba de un depósito de alimentos que, según afirma el Mides, fueron entregados “al menos durante las últimas tres semanas”.

Es por esto que en el informe de la cartera se afirma que “el reclamo implícito de que los insumos entregados podrían ser insuficientes para la ‘necesidad’ de la que se pretende dar cuenta, no solo es falso porque se verificó que se distribuyen menos de la mitad de las porciones declaradas, sino porque además tienen en acopio una cantidad importante de alimentos que si realmente fuesen necesarios no estarían encerrados en una habitación”.

El asunto ha sido de máxima prioridad dentro del Mides, que ha comunicado en forma centralizada las principales decisiones adoptadas al respecto, y tenido además salidas a la prensa con declaraciones que buscaron polemizar con el presidente del Frente Amplio, a quien además le envió una serie de datos defendiendo la gestión alimentaria del gobierno.

Días atrás, el ministro aseguró asimismo que a la coalición de izquierda “no le importó la alimentación de las personas” y que incurrió en “una utilización de la alimentación como un negocio político”.

Detalles de una de las denuncias

Los testimonios y evidencias recogidos por el Mides integran la documentación que será elevada a la Fiscalía por la cartera. Entre esos documentos figura el que respalda la declaración de un vecino de Canelones, que aseguró que una de las ollas que el Mides fiscalizó el 30 de noviembre en verdad no funcionaba. “Yo los veía -contó-, pasaban enfrente a mi casa con las cosas que se llevaban, las bolsas de comestibles. Los que se llevaban cosas eran amigos de ella, de la referente”. Esa persona, agregó, “está vinculada con temas políticos” y “supuestamente tiene una amistad especial con un jefe de la Intendencia que era quien le venía a traer todo”, además de tener vinculación con “bocas de droga”. También testimonió que sabía de “gente que iba a buscar comida y se la daba a los perros”, personas que, además, eran “de buena posición” económica.

Reportar error
Enviado
Error
Reportar error
Temas relacionados