SALUD

No todas las bebidas alcohólicas afectan igual la silueta: ¿cuáles son las peores y mejores?

Nuevo estudio evaluó los efectos prejudiciales cuándo se quiere adelgazar o mantener un peso y los riesgos de enfermedades cardiovasculares

Beber unas copas de alcohol no sería tan bueno

El alto nivel calórico de las bebidas alcohólicas no es una novedad. Al empezar una dieta o tratamiento para adelgazar, los nutricionistas recomiendan  la reducción de su consumo, ya que, además, contribuyen con el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, un nuevo estudio reveló que no todas tiene el mismo efecto en la silueta y en la salud. La cerveza y los destilados están asociados a niveles elevados de grasa visceral, que es un tipo prejudicial de grasa asociada al riesgo de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólica y otras complicaciones.

Por otro lado, el vino no sólo no está relacionado con el aumento de los niveles de esa grasa sino que hasta ayuda a evitarlas. Esta fue la conclusión del estudio publicado en la revista Obesity Science & Practice. 

Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron los registros de salud de 1.869 adultos de Reino Unido, en una franja etaria de 40 a 79 años, que hacían parte del UK Biobank, un banco de datos longitudinal de gran escala. Los documentos contenían información como factores demográficos, consumo de alcohol, dieta y estilo de vida. También fueron recolectados dados sobre altura, peso, además de muestras de sangre de cada participante.

Los resultados demostraron  que el consumo de cerveza y destilados están asociados a niveles elevados de grasa visceral. Por otro lado, el vino tinto fue relacionado a un nivel bajo de masa adiposa visceral,  impulsado por la reducción de la inflamación y elevación de lipoproteínas de alta densidad, conocidas como "colesterol bueno". 

A su vez el vino blanco no influyó los niveles de grasa visceral, pero el consumo moderado de la bebida ofreció un beneficio único para la salud de adultos más grandes: huesos más fuertes. Cerveza y vino tinto no impactaron en la densidad ósea. "La asociación directa mineral ósea del vino blanco puede ser atribuida a mayores cantidades de polifenoles específicos encontrados en el vino blanco en comparación con el vino tinto", afirman los autores.

La composición y el efecto de cada bebida 

La explicación para esa diferencia, de acuerdo con los investigadores, puede estar en las características de cada bebida. La cerveza, por ejemplo, posee el menor valor alcohólico por volumen de todos los tipos de bebidas analizadas -graduación alcohólica entre 4% e 6% en una cerveza común-. Sin embargo, las calorías que trae son predominantemente de carbohidratos, lo que contribuí para el aumento de la masa adiposa. 

La relación entre el consumo de destilados y el aumento de la grasa visceral no es tan clara. Una de la hipótesis, según los científicos, está en el comprometimiento de la función renal causado por las bebidas. El efecto del vino tinto puede ser explicado por la influencia en los niveles de colesterol. Ese efecto benéfico también puede ser parcialmente atribuido al resveratrol, que es un polifenol encontrado en gran cantidad en las uvas y por ende en el vino tinto. Este componente puede reducir la inflamación y frenar el almacenamiento de grasa en los adipocitos humanos.

El próximo paso del estudio será examinar como la dieta –incluyendo el consumo de cada tipo de alcohol– puede influir en enfermedades del cerebro y cognición en personas mayores con algún comprometimiento cognitivo.

Moderar el consumo

Las principales recomendaciones defienden un consumo moderado de alcohol: máximo dos dosis al día para los hombres y una para las mujeres.

Cada dosis corresponde a una lata de 350 ml de cerveza, una copa de 150 ml de vino o 45 ml de destilado, como vodca o gin.  Sin embargo la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene parámetros más rígidos: recomienda la abstención de bebidas alcohólicas al menos dos días en la semana.

Independientemente del tipo de bebida, es importante recordar que el exceso de alcohol es extremamente prejudicial para la salud. Además,  evidencias recientes indican que no hay un límite seguro para la ingestión de bebidas alcohólicas. Hasta mismo el vino, que es beneficioso para el corazón, viene acompañado de maleficios, como el aumento del riesgo de cáncer.

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