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Una bangladesí desafía a la tradición islámica por un trabajo de hombres

Ayesha Siddiqa busca convertirse en la primera registradora de matrimonios, un trabajo reservado solo a hombres porque durante la menstruación una mujer no puede entrar en la mezquita

Un musulmán pakistaní reza en una mezquita de Karachi. Foto: AFP.
Mezquita de Karachi. Foto: AFP.

Ayesha Siddiqa lleva casi una década en los tribunales para lograr convertirse en la primera registradora de matrimonios de Bangladesh, un trabajo reservado solo a hombres porque, según un veredicto de la Corte Suprema que acaba de salir a la luz, durante la menstruación una mujer no puede entrar en la mezquita, una sentencia que ha desatado la indignación en el país.

"El trabajo del registrador es tomar la firma de la novia, el novio y los testigos. Ni siquiera es obligatorio que un registrador permanezca presente cuando se lleva a cabo la ceremonia. Así que pensé que, a pesar de ser mujer, podría desempeñar el papel de registradora matrimonial", aseguró hoy a Efe Siddiqa.

El veredicto se remonta a febrero del año pasado aunque no fue hasta hace unos pocos días que se conoció, desatando una ola de indignación entre grupos defensores de las mujeres, al rechazarse en base a una "descalificación física" femenina.

"Hay que tener en cuenta que, debido a cierta condición física, una mujer no puede ingresar a la mezquita durante una determinada época del mes. Incluso está eximida de realizar las oraciones diarias obligatorias durante este horario en particular", expuso la corte en el veredicto.

Añadió que "esta descalificación física no le permite llevar a cabo una tarea religiosa. Somos conscientes del hecho de que el matrimonio musulmán es una ceremonia religiosa y debe guiarse por los términos y dictados del islam".

Con esta sentencia, la Corte Suprema ratificaba la decisión del Ministerio de Justicia de excluir a las mujeres de esta profesión, después de que en 2012 Siddiqa, natural del distrito norteño de Dinajpur, fuera rechazada para este puesto debido a su género.

"Decidí ir a la corte porque no se mencionaba en la circular de trabajo que era sólo para hombres. Lucharé por el caso hasta el final", subrayó Siddiqa, que entonces estudiaba en una escuela coránica.

Indignación

La agrupación local en defensa de los derechos de las mujeres Naripokkho se reconoce sorprendida y furiosa por la sentencia.

"El período es el principal impedimento para que una mujer se convierta en registradora de matrimonios, esta observación de la corte es ridícula, irracional e inaceptable", subrayó en un comunicado Naripokkho, que remarcó que esto es una "violación de los derechos constitucionales de la mujer para elegir profesión".

Sharmin Kabir, fundadora de Wreetu, una organización que brinda servicios de control menstrual asequibles, dijo a Efe sentirse frustrada por el veredicto.

"Llevamos varios años trabajando para normalizar el período y concienciar a la gente de que es un proceso natural. Este veredicto, que llega mientras trabajamos para romper el tabú, es muy decepcionante", lamentó. 

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