MATERNIDAD

El embarazo no impide crecer en la carrera: mujeres contratadas en plena gestación

La maternidad cada día es menos tabú: “Las empresas están entendiendo que los meses de licencia no son nada si los comparan con los resultados que estas mujeres entregan”.

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Madre con su bebé.

Anna Cecília Sales, de 22 años, tuvo miedo y prefirió ocultar su embarazo durante un proceso selectivo para un puesto de atención al cliente en una multinacional, hasta que escuchó de su reclutador: “Estás contratada”.                           

"Cuando el reclutador llamó para decirme que había quedado, empezó a contarme los beneficios de trabajar en la empresa. Seguía callada, hasta que preguntó si tenía hijos. Entonces que le conté que estaba embarazada. Los segundos siguientes de silencio parecieron una eternidad. Pensé que se echarían atrás, pero me dijo que nada cambiaría", contó la futura madre de Isabella.

El puesto para el cual se postuló es remoto, por eso, podrá trabajar desde su casa después del nacimiento de su hija. Al compartir su historia en una red social, varios profesionales se sorprendieron con la contratación, a pesar de la discriminación naturalizada hacia mujeres embarazadas que disputan un lugar en el mercado lab  oral. A raíz de eso, surgieron relatos de mujeres que fueron excluidas de procesos selectivos por ser madres o estar esperando un hijo.

Sofia Esteves, presidenta del Conselho Grupo Cia de Talentos/Bettha.com, que acompaña al mundo corporativo, observa que la maternidad está dejando de ser un tabú en ese ámbito, pero reconoce que el cambio se limita a las multinacionales y cargos ejecutivos. Según la experta, las empresas se están dando cuenta de que "los meses de licencia no son nada si los comparan con los resultados que estas mujeres entregan”.

La dificultad de encontrar mano de obra altamente calificada abre espacio para las mujeres, independiente de su maternidad. Fue lo que pasó con Amanda Montenegro y Tatiana Patricia Gigante. Ambas tienen cargos ejecutivos y fueron contratadas durante la gestación. Retener el talento fue más importante.

Amanda, de 40 años, conquistó el puesto de gerente jurídica sénior mientras estaba embarazada de Antonio. Recuerda que dudó en cómo hablaría de su situación durante el proceso:

"Algunas mujeres me dijeron que era locura cambiar un empleo durante el embarazo. Mientras los hombres cuestionaban si yo le había contado a la empresa. Me dijeron que no debería hablar, pero en mi cabeza eso era inconcebible.  Creo que tiene que ver con un miedo generacional", recordó Amanda.

La gerente sénior de recursos humanos, Andressa Tomasulo, explicó que Amanda fue seleccionada porque la empresa miró a largo plazo:. "Entendieron que ella era la mejor candidata y no la estaban contratando solamente por un año. Los beneficios que la profesional aportaba eran mayores al costo de los meses de licencia", remarcó.

Una situación parecida ocurrió con Tatiana (44), madre de Gustavo. La contrataron embarazada para trabajar como secretaria ejecutiva en la dirección de una empresa. Su vasta experiencia para el cargo y el hecho de ya había vivido en la ciudad fueron factores cruciales para hacerla la candidata perfecta.

"Supe de mi embarazo el día de las madres, durante el proceso. Hablé de inmediato, pensé que había perdido la oportunidad, pero me eligieron. Con el embarazo, decidimos que yo trabajaría desde casa hasta el nacimiento del bebé", detalló.

La economista Thaissa Braz (35) con carrera en el mercado financiero internacional, sentía que tenía que elegir entre ser profesional o madre, hasta que, durante el embarazo, volvió a Brasil, su país natal, con ganas de cambiar de trabajo y arriesgó.

"Estaba segura de que no iba a conseguir otro empleo por mi embarazo, pero vi una vacante que tenía todo que ver conmigo. Cuando ellos me contactaron, no dije nada. Tuve miedo de hablar. Lo conté en la última entrevista porque tuve que  reagendar, era el día de mi parto", recordó. Al final de su licencia maternal, Thaissa, que se desempeña en el área de gestión de fortunas, tenía el puesto garantizado.

"Aún hay un estigma de que tenemos que elegir la carrera o la maternidad, y eso empeora con el reloj biológico. Por suerte, estamos caminando rumbo a los cambios", afirmó Patricia Claro, del área de recursos humanos.

Ser madre no es un impedimento

Otra profesional que también tuvo miedo, mientras vivía uno de los momentos más lindos para ella, la maternidad, fue Camila Löff (31). Tres semanas después de comenzar en un empleo nuevo, descubrió que estaba esperando a María Luiza.

"Cuando mi test de embarazo dio positivo, mi primera reacción fue llorar, de alegría, pero también de tristeza. En esas horas se suman todas las paranoias en quienes somos madres en el mundo corporativo". Según Camila, su jefa esperó que ella completara tres meses de gestación para contarle al presidente de la empresa, que mantuvo su contratación.

Sofia sostuvo que el machismo está presente en el mundo del trabajo y que hay mucho por conquistar, pero recomienda que las mujeres participen de los procesos de selección durante el embarazo.

"Estamos lejos de la equidad, pero la maternidad no puede ser un impedimento. La mujer necesita tener la seguridad de que si es buena en lo que hace, no quedará desempleada, menos aún con la escasez de talentos que hay", afirmó.

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